Uno de los ejercicios del proceso selectivo que más sorpresas ha generado a los aspirantes, sin lugar a dudas, ha sido la prueba de los temarios: el desarrollo por escrito de un tema, elegido entre cuatro, del temario oficial de cada especialidad.
Y decimos sorpresas con conocimiento de causa, pues la mayoría de los aspirantes ha obtenido calificaciones más bajas de las que creían merecer y esperaban. Así nos lo ha transmitido la mayoría de ellos/as.
Todo esto ha generado una cierta desazón y lo más importante también cierto desconcierto. Y las preguntas se repiten: ¿En qué hemos fallado? ¿Cómo preparar mejor esta prueba para obtener mejores resultados?
Recapitulemos. Este ejercicio forma parte de la primera prueba de las oposiciones, y en la mayoría de las comunidades autónomas supone el 50% de la nota de la primera prueba. Además si se obtiene menos de un 2,5 sobre 10, se produce la descalificación del aspirante que ya no puede continuar en el procedimiento selectivo.
Los temarios tienen un carácter oficial y están establecidos por el Ministerio de Educación, incluyen una media de 30 temas (menos temas las especialidades de viento, más temas las especialidades de cuerda y piano). Los enunciados de estos temas hacen referencia a cuestiones técnicas, pedagógicas o del repertorio histórico de las especialidades. A priori, “nada del otro mundo”.
A nivel organizativo, lo dicho. El tribunal hace un sorteo y extrae cuatro temas, el opositor elige uno que desarrolla durante un periodo máximo de tiempo de dos horas. Después, o bien el tribunal corrige el trabajo o en algunas comunidades autónomas el aspirante procede a la lectura del mismo ante el tribunal.
Si hacemos una primera valoración, podemos decir que esta prueba no reviste especial dificultad si la comparamos con la prueba de interpretación (la más decisiva sin duda). Por varios motivos:
- 30 temas no son muchos, si comparamos los temarios de otros cuerpos docentes u oposiciones en otros ámbitos: Justica, Sanidad, etc.
- Un sorteo donde se eligen 4 temas incrementa mucho las opciones de los opositores. Pongamos un ejemplo, sobre un temario de 30 temas, si te has preparado solo 10, tienes un porcentaje del 82,34 % de que te salga un tema que llevas estudiado. No está mal. (Vaya por delante que siempre aconsejamos que no se abuse de las estadísticas, suelen producir sorpresas desagradables: las loterías existen para lo bueno y para lo malo)
- Los contenidos de los temas no son muy difíciles de comprender, se refieren a aspectos muy trabajados y abordados en nuestra etapa formativa. Y estamos familiarizados con ellos: el repertorio, la historia del instrumento, etc. No hay que aprender nada de “física cuántica”.
Todo a priori nos indica que esta prueba no es tan complicada como la prueba de Interpretación (donde hay mucho en juego). Además los diferentes tribunales, desde siempre, han dado mucha más importancia a la prueba de “tocar”. Pero no es así. Y aquí viene el primer error: subestimar la prueba de los temarios.
Hablemos con datos. Si analizamos los resultados de los tribunales de las especialidades instrumentales de las oposiciones de este año en Valencia, observamos lo siguiente:
- Alumnado eliminado por obtener menos de 1,5 puntos (menos del 25% de la nota): 28
- Alumnado que suspende con una nota entre 1,5 y 2,5 (entre 2.5 y 5 sobre 10): 41
- Alumnado que aprueba: 53
Varias conclusiones, la primera: el 23% del alumnado finaliza su trayectoria en las oposiciones en este ejercicio, casi uno de cada cuatro. Una auténtica “carnicería” (perdón por la expresión).
Suspenden el ejercicio el 56,5 %, más de la mitad de opositores y solo aprueban un 43,5 %. Unos datos que confirman la auténtica dificultad de la prueba y también que los tribunales se la toman muy en serio.
A modo de ejemplo, llama la atención que en el tribunal de clarinete, en el que acabaron concurriendo 62 aspirantes, solo aprobaron este ejercicio 5 opositores. No comment.
Todos debemos tomar nota. Los primeros los opositores, ya se sabe, a prepararla concienzudamente. Nosotros también lo haremos y a partir de ahora incrementaremos en nuestros cursos, las horas dedicadas a preparar la prueba de los temarios, incorporando talleres y prácticas de redacción de los temas.
Ante tamaña sorpresa no nos hemos quedado aquí, en el simple análisis de los datos. Hemos querido saber más y para ello hemos mantenido diferentes conversaciones con miembros de los tribunales para saber y averiguar porque se produce este “fracaso” tan generalizado. Y la verdad es que todos coinciden en algo que ya hemos dicho siempre en nuestros cursos de formación. Al final, la clave de esta prueba está más en la redacción y la organización formal del texto y no tanto, que también, en sus contenidos.
Los tribunales valoran mucho, aspectos que pueden ser considerados más “secundarios”, como la claridad de la letra (que se lea y entienda sin problemas ni excesivos esfuerzos), la organización y sistematización del texto, la correcta sintaxis y la presencia de un vocabulario variado, etc. En definitiva que el texto resultante tenga un nivel elevado para que transmita una imagen de solvencia del aspirante. Por resumirlo en una idea, la prueba de los temarios no es tanto, una oportunidad de demostrar lo que se sabe técnicamente sobre algún aspecto de nuestra disciplina, sino una oportunidad para detectar la madurez y el nivel intelectual del aspirante.
Se debe incidir pues en aprender y mejorar la redacción. Y otra cosa muy importante, se premia la originalidad. Para ello, aconsejamos siempre a los opositores, que, aunque adquieran nuestros temarios, hagan un esfuerzo en personalizarlos. Es lo honesto por nuestra parte.
Siempre decimos lo mismo, para tener éxito y obtener una plaza, se debe trabajar con insistencia y continuidad pero al mismo tiempo conociendo a la perfección cómo son estos procedimientos y cómo se desarrollan más allá de lo establecido en los términos de la convocatoria. Nosotros hemos intentado entrar a la “cocina” para saber más y mejorar como preparadores. Y ahora compartimos con todos/as esta información.
¡Adelante¡
Antonio Cruzado Ruano dice
Acertado, como siempre.
Muy de acuerdo contigo.
Manuel Tomás dice
muchas gracias
Antonio Cruzado Ruano dice
Acertado, como siempre.
Muy de acuerdo contigo.
Joan Esteve dice
Basatante acertado, en el caso de la especialidad de clarinete ha habido suspensos de candidatos especialistas en clarinete clásico, compositores…digo que estos profesionales de análisis sabrán…con más conocimientos
que muchos de los propios miembros del tribunal… añadir que son pruebas demasiado subjetivas.